Legado artístico de Kenny Scharf

Kenny Scharf y su colorido legado artístico

La obra del icono Kenny Scharf


Kenny Scharf es un pintor y street artist estadounidense, uno de los más icónicos y reconocidos. Sus grafitis trascendieron durante la década de 1980 en el corazón de Nueva York. Generalmente, pintaba alienígenas y algunos personajes u objetos de la cultura popular de aquella época. Todo era siempre con patrones muy coloridos.

Legado artístico de Kenny Scharf
Cortesía K. Scharf

Kenny inició con la filosofía que ha llevado a muchos artistas a plasmar su arte en las calles de las ciudades. Él quería llevar el arte a la vida cotidiana. Y la mejor manera de hacerlo era ponerlo ahí en el mismo camino que transitan las personas. Quizá podría cambiar el día de una persona que atravesaba un momento crítico y se topaba con la obra. La distracción y la reflexión pueden llevar a la inspiración o simplemente a pasar un buen momento. Muchos de sus murales aún se encuentran en las avenidas de la Gran Manzana.

Legado artístico de Kenny Scharf - ACC
Cortesía: K. Scharf

Kenny Scharf, inspiración para los contemporáneos

El artista fue amigo de otros personajes emblemáticos como Andy Warhol, Keith Haring y Jean-Michal Basquiat. Con los dos últimos mencionados compartió departamento a principios de los 80, realizando en ese lugar su primera instalación. Años después, Scharf se ha convertido en la inspiración para artistas actuales como Banksy o Shepard Fairy (OBEY). 

Los murales de Scharf han llegado a calles de California, Salvador de Bahía (Brasil), Copenhague, París y Málaga (España).

Legado artístico de Kenny Scharf - ACC
Cortesía: K. Scharf

Definir la obra de Kenny en una palabra sería muy complicado, pero no difícil. La elegida sería “color”. Desde sus inicios, el color vibrante y de varias tonalidades han sido el sello de su técnica.

Legado artístico de Kenny Scharf - ACC
Cortesía: Scharf

Las imágenes pop surrealistas, los hongos con rostro y los hot dogs coloridos son sólo una parte su universo artístico. Y no podemos dejar atrás a las pinturas con burbujas policromáticas sonrientes que podrían ser las predecesoras de los emojis.